Muchas
personas se vuelven ateas por el mal testimonio y la imagen deformada de Dios
que presentan muchos cristianos.
Contemplando
una imagen de Cristo crucificado, me pregunté: Para mí, ¿quién es Jesús?
¿Tú quién
dices que soy yo? (Mt 16, 13 -19).
Dios me
creó a su imagen y semejanza, y me dio la vida a través de mis padres.
Es quien
nos ofrece paz y alegría, y nos lleva a encontrarnos con nosotros mismos.
Nos
ofrece amor, nos da la fuerza para perdonar. Nos da vigor, salud y vida para
ser útiles a nosotros mismos y poder servir a los demás.
Nos
proporciona los medios para nuestra salvación: la gracia de la fe, conversión,
arrepentimiento, compromiso, testimonio y congruencia.
Nos da
ejemplo de misericordia y reconciliación. Nos da las gracias necesarias para
nuestro diario vivir, enfrentar y buscar los medios para nuestra subsistencia
temporal. No impone, ofrece y pone todos los medios a nuestro alcance, de cada
uno de nosotros depende descubrirlos, aprovecharlos…o ni siquiera tomarlos en
cuenta.
Solo nos
pide esfuerzo y compromiso con nosotros mismos, comprometernos al cambio
personal, a superar el negativismo, el conformismo y a salir de nuestra zona de
“confort” (egoísmo).
Él nos
ofrece plena libertad para tomar las mejores decisiones para nuestra constante
superación personal espiritual, personal, familiar y humana. Pone a nuestro
alcance los caminos del bien (con sus bondades) o decidamos el mal (con sus
consecuencias) libertinaje.
Nos
enseña el camino hacia la felicidad, haciendo felices a los demás, y tratando a
los demás como queremos que los demás nos traten, hay que dar para recibir.
Nos
brinda un trabajo como medio de sustento y de superación personal y familiar.
Nos da la
vida para usarla de la mejor manera, viviendo y haciendo el bien.
Nos da
salud para cuidarla y no hacer mal uso de ella destruyéndola con abusos y
excesos.
A diario
nos da la oportunidad de un nuevo amanecer. Y de todo esto tenemos que
agradecer porque se nos da sin merecerlo.
Tenemos
un compromiso hacia los demás: Enseñar el camino y enseñar a vivir
(evangelización) y compartir con todos.
Muchas
personas se vuelven ateas por el mal testimonio y la imagen deformada de Dios
que presentan muchos cristianos. Aleteia (¿Es Dios como tú te lo imaginas?) Miguel
Pastorino.
La
Iglesia Católica enseña que existen ateos por el mal testimonio de muchos
cristianos y la deformada presentación del Dios revelado en Jesucristo: “…en esta génesis del ateísmo
pueden tener parte no pequeña los propios creyentes, en cuanto que, con el
descuido de la educación religiosa, o con la exposición inadecuada de la
doctrina o incluso con los defectos de la vida religiosa, moral y social, han
ocultado más bien que revelado el genuino rostro de Dios y de la religión”
(Gaudium et Spes, 19). Aleteia (¿Es Dios como tú te lo imaginas?) Miguel
Pastorino.
Aceptar
que somos amados incondicionalmente es un acto de fe. Si Dios me ama y me
acepta tal como soy, también yo debo amarme y aceptarme a mí mismo. Yo no puedo ser más exigente que
Dios, ¿no es verdad? Aleteia (¿Es Dios como tú te lo imaginas?) Miguel
Pastorino.
Por:
Francisco Mario Morales | Fuente: Catholic.net