Actitudes,
formas de, comportamientos adecuados, para vivir la Santa Misa
En esta nueva categoría, “Vivir la Eucaristía” se van a proponer actitudes, formas de, comportamientos adecuados, para vivir la Santa Misa de una forma que no nos aleje del gozo que supone asistir a ella así como, también, la necesaria comprensión de tan gozoso tiempo de vivencia espiritual.
En esta nueva categoría, “Vivir la Eucaristía” se van a proponer actitudes, formas de, comportamientos adecuados, para vivir la Santa Misa de una forma que no nos aleje del gozo que supone asistir a ella así como, también, la necesaria comprensión de tan gozoso tiempo de vivencia espiritual.
“La
Iglesia siempre ha comprendido que su centro vivificante está en la eucaristía,
que hace presente a Cristo, continuamente, en el sacrificio pascual de la
redención. En la santa misa, el mismo Autor de la gracia se manifiesta y se da
a los fieles, santificándoles y comunicándoles su Espíritu” (Síntesis de
la Eucaristía, p. 3).
Por eso,
la Santa Misa no deja de ser el símbolo de la entrega de Cristo por la
humanidad entera (aunque parte de la misma no quiera darse cuenta de tal acto
de amor supremo y hasta el extremo) y, por lo mismo, los creyentes en Dios
Todopoderoso y Único, tenemos a la Eucaristía como la verdadera Acción de
Gracias a partir de la cual vivimos y existimos.
Desde la Arquidiócesis de Yucatán (México), en
concreto desde la Parroquia Cristo Resucitado, don José Huerta Morales me envió
un decálogo que a nuestro entender vale la pena compartir. Es, digamos, el
primer paso de comprensión, teórica y práctica, de la Santa Misa que iniciamos
en esta nueva categoría de “Vivir la Eucaristía”.
Por eso, les traigo aquí el
siguiente “Decálogo para participar correctamente en la Santa Misa“:
1.- Si vas a una fiesta viste ropa de fiesta.
Tal vez
te preguntes ¿le interesa a Dios como visto? ¿Si Él me ama tal como soy por qué
preocuparnos del vestido? ¿Si el importante soy yo, por qué darle importancia a
lo externo?
¿Qué tiene de malo ir cómodos y confortables a misa?
Sabemos
profundamente que vestir bien va con ocasiones importantes. ¿Es para ti ir a
misa una ocasión importante? la forma en que vestimos refleja cuanto respetamos
al anfitrión y la dignidad del evento.
Es verdad
que el interior es muy importante, por eso, necesariamente lo del interior
tendrá que manifestarse en lo exterior.
Todo
nuestro ser debe prepararse para la gran celebración que es la misa dominical.
Todo lo visible ayuda a elevarnos al Dios invisible. Si no vestimos la mejor
ropa para la Santa Misa, ¿Para quién la reservamos? El pudor y el respeto nos
deben guiar. No vayas a Misa con short, bermudas, chancletas, minifaldas,
escotes, gorras, etc.
2.- Que
tu misa sea completa, escucha misa entera.
Cuando
vamos al cine ¿Qué tan frecuente es llegar pasados10 minutos desde que inicio
la película; y que tan frecuente es salirnos antes del último capítulo que
marca el final?
Cuando vas a un espectáculo o concierto, ¿Te da igual llegar un buen tiempo después de que el concierto inicio? ¿Y cuándo vas a misa? Como católicos se nos invita a “oír misa entera” es decir, participar activa y conscientemente en la Eucaristía.
La Misa empieza cuando el sacerdote se dirige al altar y nos ponemos de pie para recibirlo.
Cuando vas a un espectáculo o concierto, ¿Te da igual llegar un buen tiempo después de que el concierto inicio? ¿Y cuándo vas a misa? Como católicos se nos invita a “oír misa entera” es decir, participar activa y conscientemente en la Eucaristía.
La Misa empieza cuando el sacerdote se dirige al altar y nos ponemos de pie para recibirlo.
La Misa termina cuando el sacerdote besa el altar, abandona el
templo y se hace el canto final. Al terminar no salgas precipitadamente, es de
bien nacidos ser agradecidos hasta que el sacerdote entra en la sacristía o
este fuera del templo saludando a los participantes.
3.- Ninguna llamada puede ser más importante que la de Él.
3.- Ninguna llamada puede ser más importante que la de Él.
La
comunicación exige atención y concentración, nos molesta que mientras hablamos
nos den la espalda o no nos escuchen. Pero tal parece que eso se nos olvido con
la llegada del celular. Nos hicieron vivir los beneficios del celular sin
educarnos en el uso del mismo.
Es increíble como el móvil nos ha hecho adictos y dependientes a él. No se está en contra de esta tecnología, sino del mal uso que le damos.
Es increíble como el móvil nos ha hecho adictos y dependientes a él. No se está en contra de esta tecnología, sino del mal uso que le damos.
Hay
persona que al menos se salen cuando suena el móvil, aunque tampoco esto es
correcto, porque distrae a otros, lo ideal es apagarlo pues la Eucaristía es el
encuentro con Dios ¿Y qué llamada puede ser más importante que la de Él?, como
para literalmente decirle “Señor, espérame tantito".
¿Tu qué
haces cuando suena (o vibra) tu móvil? Sería muy interesante aprender a
distinguir los contextos, no en todos los lugares ni circunstancias deberíamos
darle al celular el lugar número uno de nuestra atención.
4.- Dejen
que los niños se acerquen a mí.
Esta
petición y deseo de Jesús para con los niños, no debe ser una excusa tanto para
justificar el comportamiento de los niños en la misa (hablar, correr, hacer
ruidos, llantos, berrinches, etc.) como para evitar ir a misa con estos niños
llamados “traviesos".
Si no los encaminamos desde ahora evitaremos la oportunidad de hacerlos crecer y educarse.
Si tu niño llora, corre, brinca o grita en la misa, ayúdalo atendiendo en ese momento su necesidad, cálmalo, distráelo y si es necesario salte un momento con él del templo.
Que no te de pena levantarte e ir por él. A veces distrae más lo que el niño hace que el hecho de levantarte, ir por él y calmarlo.
Si no los encaminamos desde ahora evitaremos la oportunidad de hacerlos crecer y educarse.
Si tu niño llora, corre, brinca o grita en la misa, ayúdalo atendiendo en ese momento su necesidad, cálmalo, distráelo y si es necesario salte un momento con él del templo.
Que no te de pena levantarte e ir por él. A veces distrae más lo que el niño hace que el hecho de levantarte, ir por él y calmarlo.
No
traigas reproductor de video portátil o videojuegos para distraerlos, porque
también distraes a los demás.
5.- Se
puente y no obstáculo para los demás.
Todos
estamos llamados a participar activa y gozosamente en la celebración
eucarística.
Para aquellos que se les hace más difícil su participación, principalmente por motivos de salud o alguna otra causa física (la edad, u otra limitación física), como los amigos que ayudan al paralítico a encontrarse con Jesús, ayúdanos respetando los lugares que corresponde a estos hermanos nuestros. Esos lugares son para ellos, incluso los espacios en el estacionamiento.
Para aquellos que se les hace más difícil su participación, principalmente por motivos de salud o alguna otra causa física (la edad, u otra limitación física), como los amigos que ayudan al paralítico a encontrarse con Jesús, ayúdanos respetando los lugares que corresponde a estos hermanos nuestros. Esos lugares son para ellos, incluso los espacios en el estacionamiento.
6.- Cuida
Su casa, que es tu casa y nuestra casa.
El templo
parroquial y todo lo que en él esta, ha sido consagrado a Dios, ciertamente
cada objeto tiene su dignidad, merece respeto.
Por eso
te invitamos a cuidar (si vas con menores) y no pisar los reclinatorios, al
momento de usarlos desplegarlos con cuidado. Evita pisar o rayar las bancas.
Cuida Su casa, que es también la tuya, es nuestra casa.
7.- Que
tu boca sea para alabar al Señor.
“El celo
de tu casa me devora” dice Jesús, “la casa de mi Padre es casa de
oración". Que tu voz, que tu boca y que tu corazón sean siempre para
alabar al Señor, para hablar con Él, para bendecir, para agradecer, para pedir,
para ofrecer….no platiques durante la misa, para no distraerte y no distraer a
los demás.
Es el
momento para escucharle y hablar con Él, para luego poder hablar de Él.
Evita ir
a misa ya sea masticando chicle o ingiriendo algún alimento o bebida. De este
modo también les damos testimonio a los demás.
8.- Que
nadie ocupe tu lugar.
Jesús
llamo personalmente a sus discípulos, ciertamente uso intermediarios, pero el
encuentro con Él es personal. En el cine, en el circo, en el carnaval y en
cualquier evento es válido apartar los lugares de aquellos que aún no llegan.
En la
misa no es así, el que llega a tiempo tiene derecho ocupar lugar si no ha sido
ocupado por otro personalmente. No se vale poner la bolsa, el suéter y otras
pertenencias sobre las bancas para apartar lugar. Date la oportunidad de ser
amable, fraterno y educado, somos parte del cuerpo místico de Cristo.
9.-
Trátalo como se merece.
Las
posturas que asumimos y el modo de comportarnos en la misa tiene mucho que ver
con la persona con la que se entra en relación y con nuestra disposición. Al
entrar en el templo se recomienda un momento de meditación, saludo, preparación
para el acontecimiento más importante que existe, primero sentado (no piernas
cruzadas) escuchar al Señor en las lecturas, que nos dice, que le dices, en el
Evangelio oír a Jesús de pie, posteriormente en el momento de la consagración
se debe estar de rodillas, se está al pie de la Cruz, con la Virgen María y S.
Juan; si no te es posible, es más recomendable que permanezcas sentado y no de
pie. Si vas a recibir la Sagrada Forma (Jesús) no te distraigas en el camino es
un encuentro privilegiado, procura llevar las manos juntas y nunca en los
bolsillos. Busca lo menos posible pasar por en medio del pasillo central ya
iniciada la misa, o querer un lugar de adelante, distraes a todos. Si se está
llevando a cabo alguna celebración como boda, rosario, hora santa, etc., estas
esperando o ya terminó la ceremonia, puedes saludar y platicar fuera del
templo.
10.-
Estar siempre preparado.
La vida
sacramental y el seguimiento a Jesús no se improvisan. Los sacramentos tienen
un lugar, un tiempo de preparación y una dignidad para celebrarlos. No existen
“confesiones rapiditas” o de “un minuto".
Cuida llegar 5 o 10 minutos antes de la misa para pedir por alguna intención.
Es bueno
prever y organizar nuestro tiempo, eso habla de la importancia que tienen las
cosas según el tiempo que se les dedica. Para darte un mejor servicio solicita
tus intenciones de misa en horario de oficina y las confesiones en su horario
establecido.
Y, hasta
aquí, el Decálogo. Con franqueza tengo que decir que, a lo mejor, es difícil de
cumplir pero, en realidad, nadie ha dicho que sea sencillo ser buen católico.
Al menos, no debería ser demasiado cómodo aunque sí gozoso.
Por:
Eleuterio Fernández Guzmán | Fuente: infocatolica.com/blog/meradefensa.php
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